Los
atentados del 11 de marzo de 2004, conocidos por el numerónimo
11-M, fueron una serie de ataques terroristas en cuatro trenes de la red de Cercanías de Madrid llevados a cabo por una célula de terroristas yihadistas, tal como reveló la investigación policial y judicial.
Se trata del mayor atentado cometido en Europa detrás del atentado de Lockerbie ocurrido en 1988, con 10 explosiones casi simultáneas en cuatro trenes en hora punta de la mañana (entre las 07:36 y las 07:40). Más tarde, y tras un intento de desactivación, la policía detonaría de forma controlada dos artefactos que no habían estallado. Tras ello desactivaron un tercero que permitiría, gracias a su contenido, iniciar las primeras pesquisas que conducirían a la identificación de los autores. Fallecieron 193 personas, y 1858 resultaron heridas.
El de 2004 no fue el primer atentado de corte islamista perpetrado en España. Con anterioridad se había producido el atentado del restaurante «El Descanso» del 12 de abril de 1985, que causó 18 muertes.
En la mañana del jueves 11 de marzo de 2004 se produjeron diez explosiones provocadas por diez mochilas cargadas con alto explosivo. Los análisis científicos de los restos tras las explosiones dieron como resultado que se trataba de un explosivo del tipo de la dinamita. Las investigaciones posteriores, basadas tanto en la mochila que no estalló como en los restos hallados en el vehículo utilizado por los autores, determinaron que el explosivo utilizado por los islamistas fue Goma-2 ECO, del que se usa habitualmente en las canteras.
Como ya se ha indicado, las explosiones tuvieron lugar en hora punta, entre las 07:37 y las 07:39. En la Estación de Atocha (tren n° 21431) (3 bombas), según la cinta de vídeo del sistema de seguridad de dicha estación: a las 7:37:47 ya se había producido la primera explosión; a las 07:38:36 se produce la segunda, en el coche 5; y a las 07:38:40 se produce la tercera, en el coche 4; en total se produjeron tres explosiones de dichas características.
Los artefactos estaban situados en los coches 1, 4, 5 y 6 (sobre el artefacto localizado en el primer coche del convoy, cabecera de tren, que no estalló inicialmente, se realizaron maniobras para su desactivación por los equipos TEDAX del Cuerpo Nacional de Policía (CNP), explosionando a las 09:59:18 (según la cinta de vídeo del sistema de seguridad); con posterioridad, a las 10:57:27 se procedió por los equipos TEDAX del CNP a realizar maniobras de desactivación sobre lo que consideraron un artefacto explosivo (que no resultó tal), en el segundo coche de la composición.
En la estación de El Pozo del Tío Raimundo hicieron explosión 2 bombas; en la estación de santa Eugenia, una; y en un cuarto tren, junto a la calle de Téllez, en las vías que se encaminan a la estación de Atocha desde el sur, otras cuatro bombas. Las fuerzas de seguridad encontraron, en el interior de los mismos trenes, otros dos artefactos que habían fallado. Ambos fueron detonados por motivos de seguridad.
También se encontró una tercera bomba en la estación de El Pozo del Tío Raimundo, la cual realizó de forma inadvertida un periplo entre el IFEMA y varias comisarías de policía hasta ser finalmente examinada. Contenía 500 gramos de explosivo plástico Goma-2 ECO, metralla, un detonador y un teléfono móvil que hacía de temporizador, manipulado para que la alarma activase el detonador. Los indicios hallados en esa mochila permitieron establecer las primeras hipótesis firmes, y desencadenaron la persecución policial sobre los supuestos autores.