El antiguo Testamento nos narra la historia de un pueblo, ese pueblo es de Israel. Este pueblo tiene la convicción de ser el pueblo elegido de Dios, ya que entre Dios y los israelitas se realiza un pacto o alianza. Esta alianza puede resumirse en dos cláusulas:
- Israel se compromete a reconocer a Yavé como su único Dios, a entregarse a él y a cumplir sus designios y mandatos.
- Dios por su parte se compromete a mantener a Israel como pueblo suyo y a realizar, por su medio, la salvación de toda la humanidad.
Dios y los israelitas hacen un pacto cuyas cláusulas son como la constitución del pueblo de Israel, las leyes fundamentales de su existencia como pueblo de Dios. Dios entrega a Moisés - el mediador entre ambas partes - estas leyes (los 10 mandamientos) grabadas en piedra para que sirvan de recordatorio a todo el pueblo.
¿Quién lleva la iniciativa en la elección?
La iniciativa la lleva el pueblo de Israel mediante Moisés y también Dios.
¿Es Dios el que elige al pueblo ó es el pueblo el que elige a Dios?
En parte son los dos, uno a consecuencia del otro.
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